Y es que es tan difícil desprenderse de alguien a quien uno quiere a pesar de saber que es lo mejor para ambos. Pero cuando las dos personas involucradas en una relación no están en la misma página es mejor cortar por el bien propio y el ajeno.
Siempre he dicho es bueno saber cuándo retirarse y dejar un bonito recuerdo para no dañar más a la otra persona o a uno mismo a insistir y luego convertirse en un estorbo. El tiempo ya dirá cómo fue mejor, traerá olvido y curara las heridas.
Cada derrota, cada caída, cada mal momento no son más que lecciones de vida para hacernos más fuertes y sabios. Sé que no soy la única que ha pasado por peores momentos que este, pero procuro ser como el Ave Fénix que resurge de sus cenizas con más fuerza.